sábado, 15 de junio de 2013

2013. Tercero y Cuarto Grado. La compu, para pensar...

Un escenario (marco), dos personajes, objetos y problemas para resolver.
Arriba, todo para crear,cambiar y borrar acciones.
Decidimos usar un programa "Mi castillo de fantasía", de LCSI, un ámbito de desarrollo de software educativo que siempre usó la computadora como extensión de la mente.
Ante un mundo cada vez más complejo, hacen falta cada vez más herramientas para pensar. Y para pensar bien.
Por eso uno de nuestros objetivos este año es reforzar en la escuela el pensamiento lógico, la memoria, la resolución de problemas, la reflexión y el pensamiento crítico. Y programas como "Mi castillo de fantasía" están hechos precisamente para eso. A partir de diferentes escenarios (marcos) dentro de los cuales hay personajes, que tienen problemas para resolver, mediante acciones, encuentros y desencuentros y la presencia de objetos complementarios. El mismo programa funciona en castellano y en inglés.

Hicimos una guía para trabajar con los chicos:




viernes, 14 de junio de 2013

2013. Nivel Inicial. Trampolín, el software "del elefantito"

Trabajamos con programas multimedia, navegables, interactivos, con actividades y problemas para resolver, que necesitan de destrezas motoras (coordinación ojo - mano) y con procesos que necesitan de la ejecución de una secuencia en un orden dado.
A los chicos les gusta aprender así, porque como bien me dijera hace ya algunos años una nena de Nivel Inicial de Jujuy, mientras yo armaba un proyecto te TIC - TAC en un colegio privado al pie de la montaña: "A mí me gusta mucho leer, pero en libritos que se muevan".
Trampolín Escuela Infantil. Anaya Multimedia

Pantalla de opciones del programa.
Trabajamos con el programa Trampolín (Anaya Multimedia) para Nivel Inicial. Lo utilizan, poco a poco, Sala de 4 y Sala de 5.

Cada opción tiene tres niveles de dificultad: fácil, más difícil y más, más difícil.
El programa plantea 10 ambientes de trabajo.
La primera opción que utilizamos es la del camión que descarga la tierra y propone consignas para trabajar con números, formas y colores.
Cuando se resuelve un problema completamente nos da un premio y un lugar donde acomodarlo. Los chicos se sorprenden y preguntan ¿Y ahora que hago, cómo se vuelve para seguir jugando?.
Se tranquilizan cuando les decimos que ubicando el premio se vuelve tranquilamente a seguir jugando y resolviendo nuevas situaciones.